sábado, 31 de diciembre de 2011

La teoría de la simulación



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Por Sandra Russo

En el pasado reciente argentino sobran ejemplos burdos de simulación política, aunque nunca hayan sido categorizados así. Esa palabra fue muy pronunciada en los ’90, cuando los teóricos de la posmodernidad la usaron para conceptualizar la preeminencia de la imagen por sobre la acción en las sociedades de fin de siglo. Se hablaba así de un condimento de época, un rasgo que se incrustaba en la subjetividad y hacía difuminarse el ser bajo el parecer. Era la época de la inconsistencia, y había revistas en las que los famosos exhibían sus dormitorios y sus baños, y reality shows en los que los pobres exhibían sus miserias. La televisión fue el soporte excluyente de la era de la simulación, así como hoy es la red la que marca el compás de los tiempos.
Mientras tanto, en todo el mundo, y desde luego aquí también, hubo un crescendo de simulación política que muy pocas veces fue leído como tal. En la Argentina, uno de los ejemplos más brutales de lo que se podría llamar simulación fue Menem en la primera campaña, cuando llegó al poder prometiendo un salariazo y después destruyó el Estado, el aparato productivo y los derechos de los trabajadores. Qué otra cosa fue el menemismo sino simulación de peronismo. Y también fue un simulacro, o qué otra cosa fue, si no, la Alianza. Un simulacro de progresismo y republicanismo en el que se siguieron vendiendo leyes y comprando jueces, aunque aquél terminó siendo un gobierno, además, represor y asesino. A esa altura éramos todos parte de la simulación: los legisladores hacían como que legislaban, los jueces hacían como que investigaban, los periodistas hacían como que analizaban, De la Rúa hacía como que manejaba la situación y salía por cadena nacional a decretar el estado de sitio y ahí sí: el 19 y 20 de diciembre de 2001, un latigazo popular fue el grito contra aquel simulacro de democracia, nunca enunciado así, porque “la teoría de la simulación” debió esperar al 2003.
Esa idea, que también es un “relato”, empezó a tomar cuerpo lentamente, porque este período argentino no nació como lo que es; se fue edificando despacio, tallado en el país que había, con sus potencialidades y sus rémoras, por actos de gobierno. Lo que comenzó a hacer virar a volantazo limpio la escena política argentina no fue ningún ingrediente posmoderno, como sí lo fueron el peronismo pasteurizado de la entrega y el radicalismo corroído y ensangrentado del helicóptero. Lo que comenzó a impactar profundamente en una parte de la sociedad argentina fueron actos de gobierno. Políticas. Básicamente, políticas de ampliación de derechos. La “teoría de la simulación” que todavía hoy intenta explicar al kirchnerismo provino de la izquierda antikirchnerista, siempre obligada a justificar la irritación que le provoca un gobierno que levanta banderas muy parecidas a las propias. La solución es: esas banderas son falsas. Esa interpretación viene circulando acompasada con otra, la de la derecha, que sostiene que las que flamean son sucios trapos rojos y una voluntad estatal de doblegarlo todo, no al estilo Keynes sino más bien Stalin.
La “teoría de la simulación” señala que lo que se denomina “proyecto nacional y popular” es un “como si”, un mero “relato” –aquí usado como sinónimo de “cuento”– para crédulos que se creen que las cosas cambian, cuando en realidad todo sigue igual que antes del 2003.
La “teoría de la simulación” tiene variantes, pero ése es su principal disparador. Hay quien la desarrolla con argumentos de pretensión teórica, pero se entiende más fácilmente –y el sentido es exactamente el mismo–- cuando se leen los comentarios de los trolls en los blogs kirchneristas. “Esto es puro menemismo, idiotas”, firma uno al azar. “Dejen de repetir como loros las pavadas que dice la Kretina”, firma otro. Nombres falsos, claro.
Según esa “teoría”, hay en este país once millones de argentinos que mal entienden las cosas porque son tontos o mercenarios, y que nada importante –en términos de correlación de fuerzas, en el orden de los poderes que se enfrentan– está pasando en realidad, salvo el engaño del que sólo se dan cuenta algunos bien dotados de izquierdismo.
Los sostenedores parlamentarios de esa “teoría” anidaron en el seno del Grupo A el año pasado, y llegaron a presentar una demanda penal contra la Presidenta cuando ellos mismos –no con sus argumentos pero sí con sus votos– sostenían en el Banco Central a Martín Redrado, y el pago de deuda con reservas fue por decreto. Ahora acaban de explayarse en contra de la democratización del acceso al papel, montados sobre el fantasma del temido “control” estatal sobre el insumo básico de la prensa. Es al menos intrigante qué rol se le reserva al Estado en esos nichos de pensamiento de izquierda.
Sería deseable que la “teoría de la simulación” fuera superada por una crítica que permita algún tipo de discusión sensata. Nunca queda claro, por ejemplo, si esa “simulación” incluye a toda la región, o si se considera que los otros presidentes latinoamericanos que estratégicamente han iniciado un proceso de integración inédito en la historia también son poco avispados y no advierten que desde la Argentina sólo llegan trucos embaucadores.
Cuando uno escucha hablar, a veces, a los sostenedores de esa “teoría”, siente un poco de pena. No por ellos, sino por el desencuentro. Porque ese eje –dar por sentado que los que acuerdan con este modelo no se dan cuenta de la verdad– no tiene destino de diálogo posible, dada su horripilante subestimación de quienes podrían ser sus interlocutores. Lo peor que tiene la “teoría de la simulación” no es en realidad la categorización del Gobierno, sino la de su electorado. A la “teoría de la simulación” sólo le corresponden las “mayorías imbéciles”.

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viernes, 30 de diciembre de 2011

viernes, 23 de diciembre de 2011

Sí, por lo menos, soñar


Por Osvaldo Bayer

Desde Bonn, Alemania

Sí, aquí la nieve. Navidades blancas nos esperan. Bueno, no tan blancas, los nubarrones acechan. Pero, esperanzas, siempre. Deseos, nunca el pesimismo. Pero la realidad... Europa... la civilización europea. En medio de la interminable, infinita discusión, Europa, aquella que salió en sus mares, en carabelas, a “enseñar su cultura” y se llenó de ira, plata y esclavitud para deshacerse a sí misma en guerras, en horcas y trincheras. A pesar de los filósofos y su búsqueda de la “paz eterna” y de su religión que nos enseñaba la “bondad”. Sí, la bondad de los pobres hacia los ricos.
Recuerdo ese ’45, ahora sí, todo será democracia y llegar a la comprensión infinita entre los pueblos. Recuerdo la caída del mundo soviético, ahora sí que el capitalismo demostraría sus frutos, la generosidad rebalsaría los bolsillos, democracia para todos. La actualidad... con una nieve cada vez más chirle y los bosques cada vez más pálidos y reducidos. Pero los autos, sí, los autos. Pese a la crisis, más autos.
Gente sin trabajo. La peor de las epidemias. Pero en los barrios bien no han disminuido las compras. Los artículos de lujo siguen sonriéndonos desde las páginas de las revistas situacionistas y de la televisión privada. Y en las escuelas y las plazas, menos niños. Y los pocos que hay están ante la pantalla. La Alemania del ’45 se convirtió en un país capitalista modelo que dicta recetas. La Unión Soviética en la Rusia de Putin, un maestro en meter la mula hasta en las elecciones mientras en Asia y en Africa se destrozan a palos y con bombardeos estratégicos. Anoche la televisión alemana inundó con lágrimas patrióticas la visita de su ministro de Defensa a Afganistán, donde fue a rendir homenaje a los soldados alemanes caídos durante la ocupación de ese país asiático. Decenas de jóvenes muertos por el ansia occidental y cristiana de demostrar que la única fórmula de vida es la que trata de enseñarnos Occidente desde el tiempo de los romanos. La crueldad de enviar jóvenes uniformados a países desconocidos a hacer cumplir las reglas de Occidente que dicta Estados Unidos. Jóvenes uniformados muertos en todas las latitudes desde siempre. Para ser todos occidentales y cristianos.
La crisis económica que inunda los comentarios de todas las publicaciones. Las distintas fórmulas capitalistas para salir de la crisis que dentro de diez años nos llevarán a otra crisis. En un planeta cada vez más raquítico.
Los diarios alemanes traen en primera página un informe del gobierno: “Uno de cada siete alemanes está amenazado de caer en el nivel de pobreza”. Y es el país más seguro de Europa.
¿Seguimos esta descripción o paramos aquí y comenzamos a sembrar optimismo ya que estamos en las fiestas y a hablar de sonrisas y esperanzas? Sí, podríamos parar aquí con esta actualidad de desocupación y miedos de futuros de miserias, corridas y vidrieras rotas y visitar colegios con sus coros infantiles navideños o fiestas de ancianos que se reúnen para obtener fondos y ayudar a los niños huérfanos africanos. O felicitar a un núcleo de artistas plásticos que ofrecerán sus obras en beneficio de los vagabundos en las ferias de Navidad junto a bombones, tortas navideñas y luces de colores. Y sonreír y pensar con optimismo: el ser humano es invencible, nunca se da por derrotado. Pese a Putin, el presidente Obama, Berlusconi y Bin Laden.
Las campanas de las iglesias siguen tocando en vano. Que sigan tocando, por lo menos incitan a recordar, a levantar en vuelo a las aves, a meterse entre el ruido de los motores.
Sí, piso la nieve de esta aldea alemana con siglos de historia. Está como si nada hubiera ocurrido en el mundo. Su bosque blanco de nieve, sus techos resplandecientes de blancos puros. Y las luces de sus ventanas. Todo en orden por esas calles por las que cada veinticinco años desfilaba una generación de jóvenes uniformados a marchar “al frente”, contra el “enemigo”. Resuelvo no pensar más en la historia, sino sumergirme en la poesía y luego matizarla con música, sí, Schubert y Schumann. Luego, con un buen vino del Rin, ensayar algunas danzas con mi mujer. Todo un poco clásico. Justo me tocan el timbre, el correo: un libro sobre las villas miseria argentinas de un escritor amigo. Y ahora me golpean la puerta: dos damas bien vestidas que hacen una colecta para agrandar el hogar de vagabundos de la zona cuyo número ha aumentado con la crisis. “Vamos a tener un invierno muy crudo”, me dice una de las damas con acento maternal y mirada severa, “esa gente ya no puede dormir en la calle”. Las invito a pasar porque entra mucho frío por la puerta abierta, pero no aceptan porque me dicen que les queda mucha tarea todavía. La única respuesta sólo puede ser la mano que va al bolsillo. Anotación y firma. Todo correcto.
Me siento. No me queda otra cosa que cavilar. Empleo esa palabra porque me parece sabia. Cavilar, pensar, meditar, soñar... pienso, pero casi grito: ¡actuar! Y me asomo por la ventana para seguir la marcha de esas dos mujeres que pese al frío salen a la calle a pedir por vagabundos de los cuales no conocen ni el nombre.
El cartero, junto al libro, me ha entregado una revista argentina que recuerda el 2001 aquel. No puedo dejar de recordar las asambleas barriales. ¡Qué momento inolvidable! Los soñadores vinos todo un futuro: esas viejitas hablando por primera vez en esa masa que se juntaba por necesidad de soluciones. Esos jubilados que ya no hablaban de sus jubilaciones sino de chicos con hambre y que no había que conformarse solamente con hablar, esos jóvenes que pensaban armar colectivos para construir casas... qué imágenes. La repentización de las masas. Sonrío. Sí, hay algo también en el ser humano, hay algo que nos puede llevar a lo racional, lo moral, el hallazgo definitivo de la no violencia en la sociedad. A la ética de la mano abierta y no la de los “countries”.
Me miro con mi mujer, nos hacemos un guiño, ella vuelve a poner música de Schubert y yo levanto las manos para iniciar una danza de esas clásicas, con reverencias, pero también ensayando abrazos.

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El Pacto - Capítulo 8

viernes, 16 de diciembre de 2011

jueves, 15 de diciembre de 2011

La causa de su fusilamiento

A 183 años del asesinato de Manuel Dorrego

Los unitarios no podían dejar con vida a Dorrego sin correr grave peligro de que este los pusiera al desnudo ante la opinión pública de la época y ante la Historia. Necesitaban acallarlo para siempre.
  En estos días, se han publicado varios artículos referidos al fusilamiento de Dorrego. En general, se ofrecen algunas explicaciones, en este momento tan importante en que estamos revisando nuestra historia: que Lavalle y otros militares lo consideraban traidor por haber pactado con el Brasil el reconocimiento de la Banda Oriental como país independiente (no tuvo otra solución pues el Banco Nacional, con mayoría de accionistas ingleses, cumplió con el mandato del cónsul inglés, Lord Ponsomby, de negarle fondos para proseguir la guerra), o que sostenía una concepción latinoamericana y de ahí su entrevista con Bolívar, o que se apoyaba en el suburbio de Buenos Aires (siendo, en esto, antecesor de otros caudillos populares como Alsina, Yrigoyen y Perón), o sus tratativas con Bustos para sancionar una constitución federal con el apoyo del resto de los caudillos. Hay verdad en estas aseveraciones, pero no en todas, y creo que se omite la más importante.
Creo que la causa fundamental obedece a otra razón: los unitarios no podían dejar con vida a Dorrego sin correr grave peligro de que este los pusiera al desnudo ante la opinión pública de la época y ante la Historia. Aquí reside el motivo principal de que Salvador María del Carril y Juan Cruz Varela presionaran a Lavalle para el asesinato: ellos no podían permitir que Dorrego hablase. No podían ponerlo preso y hacerle luego un juicio, ni siquiera solamente desterrarlo como ya lo había hecho Pueyrredón en 1819. Necesitaban acallarlo para siempre.
Veamos la sucesión de aconteceres. En diciembre de 1824 se constituye la Minning Association en Londres para explotar minas en la Argentina, según autorización otorgada por el gobernador Martín Rodríguez y su ministro Rivadavia. En esa sociedad, su principal accionista es la banca inglesa Hullet y el presidente del directorio es Don Bernardino. En 1825, la empresa envía al capitán Head al Río de la Plata con un equipo de técnicos para iniciar la explotación, pero este se encuentra con que en las provincias -salvo San Juan- le aducen que la riqueza minera es propiedad provincial ya que no existe, desde 1820 –al caer el directorio– un gobierno nacional. La banca Hullet le protesta a Rivadavia y este contesta: “El negocio que más me ha ocupado, que me ha afectado y sobre el cual la prudencia no ha permitido llegar a una solución es el de la sociedad de minas. Con respecto a las de La Rioja (el Famatina), cuya importancia es superior a las de las otras provincias, en el corto plazo, con el establecimiento de un gobierno nacional, todo cuanto debe desearse se obtendrá... Me veo obligado a emplear la mayor circunspección para no comprometer inútilmente mi influencia y no debo decir más por el momento (enero 1826)”. Curiosamente, un mes después, Rivadavia es elegido presidente de las Provincias Unidas del Río de la Plata. El 15 de febrero sanciona la ley que declara propiedades nacionales a las minas de todas las provincias. El 14 de marzo, Rivadavia le escribe a Hullet: “Las minas son ya por ley de propiedad nacional y están exclusivamente bajo la administración del presidente de la República”. Sin embargo, en La Rioja, Facundo Quiroga se niega a que la Minning explote el Famatina. La compañía quiebra. Entonces, Head publica en Londres un folleto donde incorpora las cartas transcriptas, titulado: “Informe sobre la quiebra de la Río de la Plata Association constituida bajo la autorización otorgada por su excelencia don Bernardino Rivadavia”. Y aquí entra a jugar Dorrego. Porque desde su periódico El Tribuno, Dorrego publica ese informe, con las comprometedoras cartas de Rivadavia a la Banca Hullet y le agrega estos versos definitorios: “Dicen que el móvil más grande / de establecer la Unidad/ es que repare su quiebra / de Minas, la Sociedad” (23/6/1827, El Tribuno). Tres días después, Rivadavia renuncia a su cargo de presidente. Se quiebra nuevamente la unidad nacional y pocos meses después, asume Dorrego como gobernador de la Provincia de Buenos Aires.
El 14 de septiembre de 1827, Dorrego envía a la legislatura la demanda de la Minning por 52.520 libras por los gastos ocasionados, con este comentario: “El gobierno se encuentra con un recurso de la expresada compañía (Minning), donde se reclama a la provincia los gastos de aquella empresa. El engaño de aquellos extranjeros y la conducta escandalosa de un hombre público del país (Rivadavia) que prepara la especulación, se enrola en ella y es tildado de dividir su precio, nos causa un amargo pesar, más pérdidas que reparar nuestro crédito.”
Los unitarios intentan justificar a don Bernardino sosteniendo que si bien actuaba al mismo tiempo como presidente de las Provincias Unidas y como presidente del directorio de la Minning Association que negociaba con ese gobierno, y que aunque figura con un sueldo de 1200 libras como presidente de la empresa inglesa, “nunca tuvo intenciones de cobrarlo”. Manuel Moreno y Manuel Dorrego contestan con “Impugnación a la respuesta” donde afirman que no sólo quedan en pie las acusaciones (preparar la especulación, dividir el precio) sino que nada se contesta acerca de “30 mil libras, precio de esa especulación”, “por los buenos oficios a favor de la especulación que según afirmaba el señor Rivadavia en su autorización, estaba fundada en una concesión especial”.
De aquí resulta que aprovechando el regreso de las tropas de la Banda Oriental, se produce el golpe del 1ro de diciembre de 1828, por el cual Dorrego es desplazado del gobierno. El general San Martín lo caracteriza así, en carta a O’Higgins: “...Los autores del movimiento del día primero son Rivadavia y sus satélites y a usted le consta los inmensos males que estos hombres han hecho, no sólo a este país, sino al resto de América con su infernal conducta; si mi alma fuera tan despreciable como las suyas, yo aprovecharía esta ocasión para vengarme de las persecuciones que mi honor ha sufrido de estos hombres, pero es necesario enseñarles la diferencia que hay de un hombre de bien a un malvado” (carta del 13/4/1829).
Derrotado y detenido Dorrego, los unitarios cavilan: ¿qué hacer entonces con ese hombre que ha revelado el escandaloso negociado? Imposible llevarlo a juicio, pues volverá sobre el tema manchando la honra de quien luego sería denominado “el más grande hombre civil de los argentinos.” ¿Dejarlo preso, para que algún día vuelva al escenario político con esa documentación infamante? ¿Desterrarlo acaso para que tiempo después regrese a la patria y ponga esos documentos sobre la mesa? Probablemente, Lavalle no conoce estos entretelones de la negociación pues es solamente “una espada sin cabeza”, pero los rivadavianos se encargan de persuadirlo. Dorrego debe ser acallado lo más rápido que se pueda y con su fusilamiento quedarían silenciadas las denuncias y salvada la honra unitaria.
Y así se hace el 13 de diciembre de 1828.
Años después, el historiador Ricardo Piccirilli, un admirador de Rivadavia pero honesto investigador, admite que de la testamentaría de don Bernardino surge que “Rivadavia giró en noviembre de 1825 una letra contra Hullet por 3000 libras solicitando se imputara a la cuenta de las 1200 libras por gastos de mi singular comisión... y el remanente lo agregarán ustedes a mi cuenta corriente.”
Resumiendo: para acallar la verdad, en relación a un negociado de un “prócer” del liberalismo conservador con sus amigos los ingleses, se procede a fusilar a un caudillo popular y se inicia un período de tremenda violencia en nuestro país.
 La tradición popular recoge ese hecho terrible de este modo: “Cielito y cielo nublado / por la muerte de Dorrego / Enlútense las provincias / Lloren cantando este cielo”. En cambio, entre la burguesía comercial del puerto circularán estos versos: “La gente baja / ya no domina / y a la cocina / se volverá.”

TIEMPO ARGENTINO

lunes, 12 de diciembre de 2011

“Esa estrella representa a los 30 mil, que nos miran desde allá”


La historia de la estudiante de Astronomía desaparecida en 1976 y en cuyo homenaje fue bautizado un asteroide


 
Zaida Franz, la mamá de Ana Teresa Diego, cuenta cuánto se sorprendió al escuchar que la presidenta hablaba de su hija en el discurso de reasunción. “No tengo su cuerpo ni su tumba, pero ya sé en qué lugar del cielo está”, dice.
  Desde que me enteré que en un lugar del cielo hay un cuerpo celeste que lleva el nombre de mi hija, pienso en escribirle una carta con las siguientes coordenadas: Ana Teresa Diego. Asteroide 11.441 (entre Marte y Júpiter). Remitente: tu mamá. Y que empiece con algo así como: ‘Por fin, querida hija, me puedo conectar con vos en algún lugar. Un sitio adonde pueda mirar y pensar que estas allí’. A 35 años de su desaparición, no tengo su cuerpo, no tengo su tumba. Es una de las cosas más dolorosas y difíciles de sobrellevar”, dice Zaida Franz.
Es domingo y descansa en su casa de Villa Ventana, lugar al que llegó hace 21 años “buscando un poco de paz”. Venía de Bahía Blanca, ciudad adonde había llegado a fines de los años ’50 junto a su marido Antonio, y los dos hijos que había tenido en Buenos Aires: Ana y Daniel. El hombre, sanjuanino, profesor de matemática, arribó con un trabajo muy bien remunerado como profesor de la Universidad Nacional del Sur, que recién se estaba armando. Y allí donde el futuro era una puerta que se abría al progreso y la estabilidad, se radicaron y agrandaron la familia: nació Alejandra, la menor de los tres. Así transcurrió la vida, con Zaida a cargo de la casa y de los hijos: “Ana era muy buena en matemática, tal vez motivada por el papá, pero no quiso dedicarse a eso y se decidió por la astronomía. Yo cuidaba a mis hijos, pero también tengo mis estudios hechos: soy técnica química. Estudié en San Juan, en la Universidad Nacional de Cuyo, ahí conocí a mi marido. Luego nos fuimos a Buenos Aires, nos casamos, y en 1956 nació Ana. Una criatura muy agradable y tranquila. Cariñosita. Mi querida hija.”
En Bahía Blanca vivieron los Diego hasta que en 1975 el corazón de Antonio falló. Tenía apenas 47 años. Ana ya se había ido a La Plata, a estudiar Astronomía. Y un día de septiembre de 1976, saliendo de la Facultad, desapareció. Después, su hermano, de 18 años, se exilió en España. En el lapso de los dos años más negros de su vida, Zaida se había quedado sola con la menor de sus hijas y en medio de una búsqueda desesperada que la llevó a golpear todas las puertas y a ser de las primeras participantes de marchas y reuniones de organismos de Derechos Humanos que empezaban a movilizarse. Hoy es una de las querellantes en el juicio a los 26 imputados por el Circuito Camps, que se realiza en La Plata, y el sábado, mientras miraba en la tevé, sin prestar mayor atención, los actos de asunción del nuevo mandato presidencial, desde la cocina escuchó a la presidenta Cristina Fernández nombrar a su hija (ver aparte).
Su tono en el teléfono es el de una persona vital, activa, optimista. Tanto que a sus 84 años sigue trabajando en un colegio rural donde unos 100 chicos de la zona viven de lunes a viernes. “Ayudando a solucionar los problemas y a que puedan educarse y progresar”, explica. Tan optimista que se autodefine “una enamorada de la juventud”. Con memoria y lucidez, recuerda los años dolorosos sin sobrecargarlos de dramatismo y explica que el 5 de diciembre pasado se enteró por una amiga de la Universidad de La Plata que la Unión Astronómica Internacional había bautizado un asteroide descubierto por un argentino con el nombre “Anadiego”, en homenaje a su hija.
“Nosotros no militábamos en un partido, pero criamos a nuestros hijos para que fueran personas respetuosas con el prójimo y para que lucharan por un mundo equitativo, donde todos tengamos los mismos derechos. Y eso se mama. Su papá ya estaba enfermo cuando Ana un día me dijo: ‘Mirá, mamá, me afilié a la Juventud Comunista.’ Yo le dije: ‘Bueno, hija, es tu decisión’, porque ya estaban los militares dando vueltas. Ella era muy correcta, estudiosa, trabajaba para el comedor de estudiantes. Yo me moví desde el primer momento que supe que se la habían llevado. Nadie te recibía, ni los políticos ni los militares ni los curas”, explica.
“Siempre hice trabajos para servir a la comunidad. En Villa Ventana trabajo con chicos que necesitan una atención personalizada: acá comen y tienen talleres donde aprenden oficios. Por conocer mi historia, les surgió hacer el documental sobre mi hija que está en Internet”, cuenta, en referencia a Polvo de Estrellas. “Llegué acá buscando las sierras, un lugar tan bonito, y también buscando un poco de paz”.  <
“Me hizo caer de la silla”
“Estaba en la cocina haciendo cosas. La tele prendida. Empiezo a escuchar y de repente oigo que nombra a mi hija. ¡Ay! Decí que tengo un corazón fuerte. ¡Esta Cristina me hizo caer de la silla!”, cuenta Zaida Franz cómo fue que el sábado al mediodía escuchó que la presidenta Cristina Fernández, al iniciar su discurso de asunción, había elegido la historia de su hija para hablarle a los 40 millones de argentinos.
Zaida recuerda que Ana “era muy buena en matemática y antes de terminar el secundario postuló para una beca para irse a Europa. Mientras tanto hizo los trámites y se anotó para estudiar en La Plata. Pasó el tiempo y, faltando tres días, le llega la beca. Pero ella quiso quedarse en el país. “Me voy a La Plata, mamá’, me dijo, cosa que a mí me llenó de felicidad, sin sospechar lo que luego pasaría.”
Respecto del significado de que un asteroide se llame como su hija, dice: “Cuando se le hace un homenaje a un desaparecido, se le hace a todos. De esa manera no hay olvido. Esa estrella ‘Anadiego’ representa a los 30 mil desaparecidos, que nos están mirando desde allá”.

TIEMPO ARGENTINO

sábado, 10 de diciembre de 2011

RECOMENDADOS POR LA PRESIDENTA (en su discurso)



“Tres distribuciones estructurales”






El primer gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner consolidó por un lado los ejes políticos, económicos y sociales del gobierno de Néstor Kirchner y por él avanzó en temas sustanciales. En el primer aspecto, basta recordar la continuidad de las altísimas tasas de crecimiento de la economía, de los superávit fiscales y externos, de la inclusión social y de la afirmación de la soberanía nacional. En el período presidencial que comenzó en 2007 se sumaron actos trascendentales, con el sistema de jubilaciones de reparto (con sus implicaciones sociales, económicas y financieras), la Ley de Medios de Comunicación Audiovisual, la Asignación Universal por Hijo, el plan de obras públicas y el impulso a la ciencia y la técnica, para citar algunos ejemplos.
Desde 2003 también cambió la función del Estado. Antes, ese Estado diseñado durante el gobierno militar y perfeccionado en los ’90, tenía como tarea primordial la privatización de las ganancias y la socialización de las pérdidas, en un marco de sojuzgamiento político y de exclusión social. Ahora, la acción del gobierno es el principal instrumento de la inclusión social. Es una reasignación de poder y recursos, sin la cual continuaría la política de exclusión. Se configura así una nueva Argentina. Estos cambios son a la vez consecuencias y causas de una distribución más justa del ingreso, de la palabra y del conocimiento. Veamos:

DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO. Una distribución más justa del ingreso es un objetivo del modelo de desarrollo con inclusión social. Los progresos logrados son impresionantes. Estamos muy cerca del pleno empleo, con un desempleo del 7,3%; el sistema de previsión social protege al 94% de la población, la Asignación Universal por Hijo cubre a 3,6 millones de niños y jóvenes; aumentaron los salarios reales.

DISTRIBUCIÓN DE LA PALABRA. La distribución de la palabra es indispensable para viabilizar la distribución del ingreso. Para hacerla posible, se sancionó la Ley de Regulación de los Medios de Comunicación Audiovisual que pluraliza las emisiones de radio y televisión. Hoy casi la totalidad de la información proviene de los medios cuyos símbolos y ficciones están guiados por el márketing, el rating y los intereses económicos y políticos de sus dueños. En cambio, la nueva ley reconoce a lo público, integra a lo social y regula el mercado. La distribución de la palabra posibilita que cada uno argumente en libertad su verdad relativa, que de eso se trata la política.

DISTRIBUCIÓN DEL CONOCIMIENTO. La difusión del conocimiento como política permanente marcará el grado de justicia, democracia y productividad que tendrán las sociedades. Dentro del período 2010-2012 se entregarán netbooks a cada uno de los 3 millones de alumnos de la educación secundaria pública. En la educación superior, en los últimos años se crearon cinco universidades en el Conurbano Bonaerense, que se sumaron a las siete ya existentes.

LA PROFUNDIZACIÓN DEL MODELO. Los logros en materia de redistribución pueden ser simbolizados por tres resultados: primero, los asalariados llegaron al 48% del ingreso total; segundo, se rompió el monopolio de la comunicación de televisión y radio; y tercero, la distribución de netbooks a todos los alumnos secundarios de las escuelas públicas y la creación de universidades en el Conurbano Bonaerense contribuirán al surgimiento de dirigentes provenientes de otras clases sociales, gracias a la educación. Los tres aspectos de la redistribución referidos están articulados y se realimentan; por ejemplo, la redistribución del ingreso permite mayor acceso al conocimiento; y el mayor conocimiento repercute en mejores salarios; a su vez, la redistribución de la palabra mejora el conocimiento y crea opinión a favor de las redistribuciones. Estos son aspectos de la distribución del ingreso, de la palabra y del conocimiento, que significan en los hechos un empoderamiento de la sociedad argentina, de sus ciudadanos y ciudadanas, en su unidad y diversidad, en todas sus potencialidades.

TIEMPO ARGENTINO





















Un asteroide llevará el nombre de una estudiante desaparecida

Se llamará Anadiego, en honor a Ana Teresa Diego, secuestrada en 1976. La organización que decide la nomenclatura de los cuerpos celestes accedió al pedido que hizo la UNLP, donde estudiaba la joven de 22 años.
  La Unión Astronómica Internacional acaba de bautizar un asteroide descubierto por un argentino con el nombre de Anadiego, en memoria de Ana Teresa Diego, estudiante de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad de La Plata desaparecida en septiembre de 1976.
El 25 de septiembre último, fecha en que se conmemoraron los 35 años de su desaparición, el decano de esa facultad, Adrián Brunini, inició la gestión ante la organización internacional, encargada de la elaboración de las reglas de nomenclatura de los diferentes cuerpos celestes.
Ana Teresa Diego era militante de la Federación Juvenil Comunista y fue secuestrada en las inmediaciones de su facultad, en la zona de La Plata conocida como El Bosque, por cuatro hombres de civil que le taparon la cabeza y ya no volvió a salir nunca más del encierro. Según cuentan sus compañeras de detención, estuvo siempre en la órbita de los campos de detención de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, cuyo responsable máximo era el coronel Ramón Camps y su segundo el comisario Miguel Etchecolatz.
Parte de su historia fue recopilada en el documental Polvo de estrellas, que se puede ver en YouTube. Sus familiares y amigos la recuerdan como una chica sumamente inteligente y simpática que desarrollaba tareas sociales en los barrios. “Lo más tremendo que pudo haber hecho fue pintar paredes de la facultad con aerosol”, dice su madre, Zaida Franz en el film. Nora Ungaro (hermana de Horacio, uno de los adolescentes secuestrados en La Noche de los Lápices) fue directora de Derechos Humanos de la Municipalidad de La Plata entre 2003 y 2007 y ahora es querellante y testigo en el megajuicio a los represores que actuaron en el llamado Circuito Camps. Nora fue, además, compañera de detención de Ana.
“Era solidaria hasta en los momentos más difíciles –recuerda–. Ella estaba compartiendo habitación con una chica chilena y cuando le preguntaron donde vivía, mintió la dirección para que no delatar a esa otra chica. Eso le valió una paliza, otra paliza más”, recuerda.
En el juicio a los 26 imputados por el Circuito Camps que se sustancia en el ex teatro de la AMIA, en 4 entre 51 y 53, el ex detenido Walter Docters también recordó que fue trasladado al tristemente célebre destacamento de Arana. Docters fue secuestrado junto con un grupo de policías sospechados de integrar una “célula terrorista infiltrada” en la Bonaerense y, en su testimonio, recordó la presencia de Ana en ese centro de detención. “También estaba una chica, Ana Teresa Diego, una militante comunista”, dijo.

PRIMERA VEZ. La idea de ponerle el nombre de Ana a un asteroide tuvo una interesante repercusión en el ámbito científico, donde constantemente se descubren cuerpos menores en el universo. El proceso habitual para su identificación es la asignación de números y letras. Los nombres quedan reservados para instancias particulares.
Es un trámite usual que las comunidades astronómicas soliciten bautizarlos con nombres de investigadores, pero no hay registros de que se le haya puesto el nombre de alguien vinculado a la lucha por los derechos humanos”, dijo a Tiempo Argentino el decano Brunini.
De hecho, en una comunicación emitida el 5 de diciembre, el profesor uruguayo Julio Ángel Fernández, miembro del Comité de Denominación de Astros Menores de la UAI, confirmó la noticia y agregó: “Es la primera vez que el nombre de un desaparecido por una de las dictaduras del Cono Sur se asigna a un cuerpo del sistema solar”. Y más adelante agrega: “Hoy, de las entrañas de la tierra, Ana Teresa renace para ocupar para siempre un lugar en el cielo, como símbolo y recuerdo de la barbarie de ayer y advertencia de que no se vuelva a repetir en el mañana.”
Por su parte, Brunini también considera que el recuerdo de la militante desaparecida en el cielo inmortaliza no sólo su presencia, sino su lucha y sus ideales.
“Uno de los astros que ella soñó algún día comprender llevará de ahora y para siempre el nombre Anadiego para que quien mire el cielo nocturno encuentre el recuerdo de su amor y de su  lucha –dijo Brunini a este diario–. El oprobioso genocidio cometido por las bestias infames sólo recibirá de la historia la más absoluta oscuridad.” 

TIEMPO ARGENTINO

viernes, 9 de diciembre de 2011

jueves, 8 de diciembre de 2011

Los que cortan la pizza


Por Juan Gelman
 
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Bloomberg News, la multimillonaria agencia global de información financiera, ha revelado cuál es la entidad que gobierna realmente en EE.UU.: una suerte de administración secreta con sede en Washington/Wall Street que toma decisiones a espaldas de la opinión pública y de los legisladores estadounidenses y vuela muy por encimita de lo que se considera un sistema democrático. Tras largo insistir, la empresa consiguió la desclasificación de miles de documentos que la Junta de Gobernadores del Sistema Federal de Reserva (FED, por sus siglas en inglés) guardaba celosamente en sus archivos (www.bloomberg.com, 28-11-11). Tenía sus buenas razones para hacerlo.
“La FED y los grandes bancos lucharon más de dos años para mantener en secreto los detalles de la operación de rescate financiero más vasta de la historia de EE.UU.”, se precisa en la investigación de Bloomberg. “Una nueva visión de la crisis financiera de 2007-2009 –agrega– surge de las 29.000 páginas de documentos de la FED y de más de 21.000 transacciones bancarias, obtenidas en virtud de la ley de libertad de información.”
Un ejemplo: el programa de rescate bancario TARP, que el Congreso aprobara en el 2008, fijó en 700.000 millones de dólares la suma destinada a ese fin. La documentación desclasificada muestra que, en realidad, el monto fue diez veces superior: 7,77 billones de dólares. Ni un solo parlamentario conoció la información y menos el ciudadano de a pie. Esta financiación secreta, a tasas de interés inferiores a las que regían en el mercado, permitió que los bancos más poderosos obtuvieran beneficios adicionales por valor de 13.000 millones de dólares, cantidad suficiente para dar empleo a un par de centenares de miles de desocupados. Y aun más. “Cuando se conoce la cantidad de dólares que recibieron los bancos, es difícil afirmar que eran instituciones exitosas”, manifestó Sherrod Brown, senador demócrata por Ohio que en el 2010 presentó –en vano– un proyecto de ley para limitar su dimensión. En efecto: pese a las declaraciones tranquilizadoras de sus ejecutivos, los documentos conseguidos por Bloomberg dan cuenta del estado tambaleante del sistema bancario estadounidense.
El Departamento del Tesoro se basó en las recomendaciones de la FED para decidir qué bancos recibirían fondos en el marco del programa TARP y eligió seis: JP Morgan, Bank of America, Citigroup Inc., Wells Fargo & Co., Morgan Stanley y Goldman Sachs. La investigación determinó que recibieron 160.000 millones de dólares vía TARP y préstamos de la FED por 460.000 millones. El rescate se prolongó desde agosto del 2007, bajo W. Bush, hasta abril del 2010, bajo Obama. El ex y el actual ocupante de la Casa Blanca tampoco en esta esfera difieren.
Al mismo tiempo que se debatía en el Congreso la reinstauración de la Ley Glass-Steagall con el objeto de combatir la especulación, separando la banca de depósito y la banca de inversión o Bolsa de Valores, la verdadera administración de EE.UU. utilizaba fondos públicos para acelerar las fusiones bancarias en favor de los más grandes. Según los datos de la misma FED, el activo de los seis bancos más importantes del país pasó de 6,8 billones de dólares en el 2006 a 9,5 billones en el 2011, un incremento del 40 por ciento que años de crisis ni rozaron. Al revés.
No falta la parte que las mantas del encubrimiento no lograron cubrir. Los seis grandes cabildearon mucho más para garantizar su aprovechamiento de la crisis: invirtieron en conjunto 22,1 millones de dólares en la tarea en el 2006, en el 2010, 29,4 millones, un tercio con creces más (www.opensecrets.org, 31-10-11). Poca sorpresa causa que el intento del senador Brown haya fallecido sin estrépito.
La crisis de la Eurozona acrece el apetito de los seis grandes, en particular de Goldman Sachs. Mario Monti, uno de sus hombres, hoy primer ministro de Italia, es miembro del consejo asesor internacional de Coca-Cola y consultor de Goldman Sachs. Este gigante financiero envió en agosto un informe sobre la crisis europea a sus clientes más importantes del mundo entero. El Wall Street Journal informó sin mucho detalle acerca del contenido de sus 54 páginas, en las que G-S aconseja “a los inversores en productos financieros sacar provecho de la crisis” y explica mecanismos conducentes (//online.wsj.com, 1-9-11). No cabe duda de que tales indicaciones servirán para hacer varios agostos.
Hoy se inició en Bruselas la reunión cumbre para “salvar al euro”, a la que el dúo Merkel-Sarkozy lleva una propuesta de austeridad durísima y el proyecto de que los jefes de Estado de la zona se conviertan directamente en sus propios ministros de Economía en el seno de un consejo ad hoc. En vez de dirigir políticamente la economía se propone que la economía dirija la política. Como ocurre desde hace largo tiempo, sólo que en adelante sin disfraz.

Página12

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Cobos y l@s defensor@s


Por Horacio Verbitsky
 
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El lunes y el martes, de la mañana a la noche, más de ochenta invitados de catorce países latinoamericanos debatieron en la Facultad de Derecho de la UBA acerca de la situación de las defensoras y los defensores de los Derechos Humanos en Latinoamérica. Organizadas por el CELS, con el apoyo de la Facultad y del gobierno federal de Alemania, estas jornadas de reflexión pasaron revista a los problemas que enfrentan en las nuevas democracias de la región quienes se ocupan del acceso a la tierra, de los derechos de las mujeres, de las comunidades originarias o aborígenes, de los núcleos urbanos más vulnerables, de la seguridad ciudadana y la violencia institucional, de la criminalización de la protesta social, de las desapariciones que siguen ocurriendo en varios países y la tortura, que no ha sido desarraigada en muchos, de quienes resisten el avance sobre su hábitat y su modo de vida de grandes emprendimientos productivos que los arrinconan en los márgenes de la sociedad. Esto se complementará hoy en el hotel NH Crillón con una jornada de discusión y trabajo sobre las perspectivas de fortalecimiento del Sistema Interamericano de Defensa de los Derechos Humanos, de la que participarán Fabio Balestro Floriano, director del Departamento de Cooperación Internacional de la Secretaría de Derechos Humanos de Brasil; el secretario ejecutivo del Instituto de Políticas Públicas del Mercosur, Víctor Abramovich; el ex canciller argentino Jorge Taiana, el miembro mexicano de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, José de Jesús Orozco Henríquez, y su actual secretario, Santiago Cantón.
Al salir de uno de los paneles el lunes, contesté las preguntas de varios periodistas sobre la significación del encuentro, que procura completar un diagnóstico regional y formular propuestas. Una cronista cambió de tema y me preguntó qué opinaba sobre la presencia del vicepresidente Julio Cobos en la Asamblea Legislativa del próximo sábado. Como no hay asunto que me produzca mayor indiferencia, rehusé el diálogo con un chiste, repitiendo los cánticos que se escuchan en las calles y, ante la insistencia de la colega, me negué a cualquier análisis político sobre la intrascendente cuestión. Fueron unos pocos segundos. Pero ayer el diario La Nación lo ubicó como el ¡tema político más visto del día! y entrevistó a los restos del Grupo Ahhh... para que hicieran gala de cuán civiles, educados, cultos y respetuosos son. La diputada por el arco iris Patricia Bullrich opinó que mi humorada era violenta y buscaba generar un enfrentamiento social. Su compañera de bancada Graciela Camaño dijo que era una inmoralidad y una grosería. También se sumaron sus compañeros de bloque Ernesto Sanz (debería respetarse de una vez por todas “la situación de Cobos y su rol institucional”) y Ricardo Gil Lavedra (mis dichos “revelan un deterioro de la cultura cívica”). Para su compañero de bancada Federico Pinedo, reverdece en mí una vieja intolerancia.
Bueno, muchach@s, ya se descargaron. Como queda en claro que desde octubre han perdido el sentido del humor, si lo prefieren hablemos en serio. Comenzando por el aséptico, neutral y profesional diario La Nación, que hace ocho años intimó a Néstor Kirchner a adoptar su pliego de condiciones políticas, económicas, internacionales, judiciales y de seguridad, y como no lo consiguió anunció en primera plana antes de que asumiera que su gobierno no duraría más de un año. Ahora no se molestó en cubrir el más importante encuentro regional de defensoras y defensores de los Derechos Humanos convocado en muchos años, en el que también se analizaron los cambios políticos en la región y en los sistemas de protección de esos derechos, pero armó una tormenta en un vaso de agua sobre una nimiedad. Sigamos por la diputada Bullrich, quien como ministra de Trabajo en el gabinete Banelco firmó la rebaja del 13 por ciento de las jubilaciones y sueldos estatales y hoy se alarma por los conflictos que podría provocar en la sociedad mi cándida puteada a Cobos. Y por la diputada Camaño, quien convive con el nuevo rico que con mayor desenfado justificó la corrupción. Creo que no hace falta recordar que es la misma que sorprendió a un colega por la espalda mientras hablaba en la sesión y lo trompeó en el rostro porque no le gustó que le recordara el apellido de su cómplice. La tolerancia de su compañero de bloque Pinedo quedó a la vista cuando su jefe político, Maurizio Macri, dijo que para subir al tren del poder iban a “tirar por la ventana a Néstor Kirchner porque no lo aguantamos más”. ¿Y qué decir de los radicales, siempre tan serios y correctos en el vestir y en el hablar, cuya último mandato cumplido ocurrió en 1928? Recién repuestos de la Convención Nacional se limpian la ricota de la solapa y reclaman respeto por la investidura que Cobos deshonró. No pierden el tono engolado con que el mendocino Sanz opinó que la Asignación Universal por Hijo se iba “por la canaleta del juego y la droga”. Lástima que mi querido amigo Gil Lavedra, que tiene su Ravignani bien leído y que fue coautor de la reforma de 1994, no se haya acordado de la cultura cívica cuando el vicepresidente tergiversó el privilegio de desempatar a favor del Poder Ejecutivo que integra y en una situación crucial votó en contra, sin animarse siquiera a decirlo con claridad. Me hubiera gustado escucharle alguna opinión sobre la constitucionalidad de ese voto, no emitido por un legislador que responde a sus convicciones, sino por el representante del Ejecutivo en el Congreso. Y terminemos con el propio maratonista, que se enorgullece de cruzar la meta final, sin mirar cómo llegó a ella. En la larga lista de indignidades republicanas, este tránsfuga serial no tiene competidores serios. Luego de vaciar al cargo del principal sentido que le atribuyó la Constitución, sólo se preocupa por las formas de la ceremonia del adiós y pide la madurez y el respeto que no tuvo cuando debía defender a las instituciones del atropello de los poderes fácticos que desabastecieron a las ciudades, rodearon el Congreso y amenazaron a los representantes del pueblo. La Sociedad Rural debería autocriticarse junto con Cobos por haber impedido que se aprobara un impuesto razonable, con el que hoy las exportaciones de cereales pagarían una alícuota menor. Se comprende que sus correligionarios festejen que deje el cargo a la hora señalada, sin hiperinflación ni sangre joven en las calles. Pero todos tenemos cosas más importantes que ocuparnos de este triste personaje, de regreso a la insignificancia que le corresponde.

Página12

viernes, 2 de diciembre de 2011

jueves, 1 de diciembre de 2011

RODRI SE RECIBIO

El humor  de DANIEL PAZ nos acompaña en el festejo para compartir la alegría.
/fotos/20111202/notas/na14di01.jpgde PAGINA 12